Vive y trabaja en México. Su trabajo trasciende el espacio expositivo convencional, lo reinventa, redefine y genera fricción entre los roles comunes de lo público y privado, exterior e interior, orgánico y geométrico, salvaje y metódico, real e imaginario.
A partir de su pericia técnica y conocimiento de la arquitectura de estructuras ligeras y un énfasis meticuloso en el proceso de conceptualización y construcción de cada pieza, cuestiona por medio de su trabajo los usos cotidianos de los materiales y las posibles funciones del espacio.
Su reflexión sobre los procesos arquitectónicos y urbanísticos se ha realizado mediante el uso de dos materiales básicos de construcción: la teja y el ladrillo. Zamora demuestra que el ladrillo no es una unidad indivisible y “natural”, sino una construcción susceptible de ser examinada y reorganizada como el artista lo desee. El material primigenio de construcción dispuesto de forma geométrica, deconstruido o reorganizado, sirve para establecer una relación nueva entre los fenómenos del caos y del control.
Por medio de acciones determinadas, con frecuencia repetitivas, el artista provoca situaciones inesperadas y sorprendentes. Su trabajo involucra una participación activa del espectador, a quien invita a la reflexión por medio de la interacción con cada una de sus intervenciones. Como parte de sus proyectos recientes, realizó Strangler (2021) para la Triennial Bruges; Lattice Detour (2020), comisionado para la terraza del Met en Nueva York, y Uma Boa Ordem (2006-2019), instalada en los jardines de Casa Wabi (México).