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Vanessa Sandoval

Cali, Colombia, 1990

Es un artista visual con práctica en los campos de la escultura, el dibujo y la instalación. Recibió la beca BLOC, en Cali, obtuvo una pasantía nacional en artes visuales del Ministerio de Cultura, y participó en el 44 Salón Nacional de Artistas. Fue residente de RESO en Biella, Italia y fue galardonada con el V Premio Sara Modiano en Bogotá. Fue invitada a mostrar su trabajo en Nuevos Nombres, Banco de la República, Bogotá. Fue invitada a participar con una intervención en la exposición Voces para transformar Colombia del Museo Nacional de Memoria. Participó en el 17 Salón Regional Zona Pacífico de manera virtual. Actualmente se encuentra haciendo una residencia en Center for Book Arts en Nueva York.

En palabras de la artista: “La experiencia sobre el espacio y la observación de los fenómenos que en él ocurren son importantes para mí, creo que estas acciones son un intento de reafirmar mi existencia en el espacio; cuento el mundo para asegurarse de que existe y yo existo en él. Me interesa la materialidad de la vida, sus estados y la forma en que se transforman. Mi trabajo muestra un interés por cómo las realidades son construcciones, explorando y cuestionando la separación entre naturaleza y cultura, y cómo los cuerpos son expresiones de relaciones ecológicas. Pienso en los cuerpos como volúmenes estructurales que afectan y son afectados por su entorno, como objetos-sujetos insertos en espacios que les dan forma”.

Semilla

Registro fotográfico: Camila Malaver Garzón

Ficha técnica

SEMILLA
Intervención arquitectónica
6 x 2 m
2019-2022

Intervenciones en espacio público

Malecón del río Magdalena

Semilla es una obra de Vanessa Sandoval construida por Cristina Ramírez, Miguel Anacona, Alexis Cárdenas, Juan Carlos Ortiz y Andrés Guayara. Esta obra elaborada en guadua remite a un vientre que alberga a un árbol nativo en su interior. Semilla es un espacio habitable de introspección que se instala ante el río Magdalena.

En palabras de la artista: “quería entonces, por un lado, construir un vientre para un árbol nativo (Annona rensoniana) y por otro, un espacio donde esa vida interna del lugar me hiciera pensar en otras formas de habitar el mundo. Una menos impuesta sobre el paisaje y más cercana a las formas con las que lo que llamamos vida aparece sobre la tierra. Fue por esto que propuse la construcción de un lugar que estuviera hecho con materiales y formas orgánicas, redondeadas; formas que pueden remitir a un vientre, a una semilla, a las imponentes malocas amazónicas. Más tarde, empezando el proceso de construcción me di cuenta que en África la tribu Doré construye las casas elefantes con formas muy parecidas. El objetivo de esta instalación es el nacimiento permanente del árbol. Al final, cuando Semilla se desmonte, el árbol debe sembrarse en el espacio donde la instalación estaba. A mí me gustaría para esta ocasión que la entrada de la pieza diera hacia el río Magdalena, que es ese otro gigante que ha construido la nación, esparciendo la vida por donde pasa y también cargando los cuerpos de aquellos que han sido y siguen siendo víctimas de un sistema que nunca ha permitido la otredad”.